De tu manera de vivir me enamoré. Me enamoré de tu sutileza al hablar y tu tacto al tratar desde lo mas delicado hasta lo mas fácil de llevar. De tu manera de ser tan detallista con cada segundo y tan romántico en el momento mas oportuno. Tu manera de inspirarme fue la que me hizo ver que eras la pieza que le faltaba al puzzle de mi vida. Pero poco a poco llego el sentir en la distancia, tan cercano, tu calor quemaba el frio de cualquier habitación. El corazón ya no queria escuchar historias de amor sino ser escuchado, queria gritar todo el amor que lo hacia palpitar. Cada dia me tumbaba en el mismo lado de la cama con la mirada desviada hacia la ventana preguntandole sobre ti. La palabra te quiero se iba haciendo cada vez mas corta para expresar lo que sentia hacia ti.Los sueños dejaron de ser solo esperanzas de la noche para hacerlo tambien de dia. Mi colchon se convirtio en el lugar donde volverte a ver otra vez. La alegria de saber que alguien como tu deambulaba por este injusto mundo se convirtió en mi razón de ser. El extrañarte me acompaño durante tu ausencia y el imaginarte frente a mi se convirtio en mi rutina preferida. Tu presencia era la medicina alternativa a cualquier tipo de tristeza, mejor que cualquier pastilla, en cuestion de segundos hacia efecto y durante mucho tiempo. Dejo de ser alternativa para ser la unica que existe para mi. Tus caricias me hacian suspirar y empeze a notar que la distancia se hacia invisible, el calor de tu mano cogiendo la mia era algo real. El acercarme a ti ya no era algo importante