Fuí buena, tolerante, aguanté, me callé, soporté, me arrastré, te pedí perdón una y mil veces, te supliqué; al mismo tiempo cometí incontables errores que sé reconocer. Soy masoquista, lo acepto. Cuántas veces creí sentir amor, estar enamorada, y ahora me doy cuenta de que ni siquiera me acerqué, con vos es diferente, todo es diferente. Pienso que te amo, que no puedo dejar de pensar en vos, que vivís en mis pensamientos, no me importa volverme cursi, es lo que menos me afectaría. Tengo tanto amor, para darte. No soy, ni seré la mujer más linda, y perfecta que puedas encontrar, porque es obvio que hay millones más que cumplen mejor las condiciones de mujer que yo, pero yo daría todo porque sientas la mitad de lo que siento yo por vos. Es difícil creerme después de todo, pero quiero darte todo lo que tengo, cuidarte como nadie, estar con vos, por mucho tiempo. Compartir cosas hermosas, y todo lo que se pueda imaginar, estar con vos cuando me necesites, cuando no, & viceversa. Todo esto es una porquería, nos acerca y nos aleja hasta los extremos.